• Confederación de Empresarios de Andalucía

  • Informe Mercado Laboral

    NEGOCIACIÓN COLECTIVA

    La negociación colectiva durante 2019 arroja unas cifras globales que superan los datos generales de los últimos años en cuanto al número de convenios vigentes y empresas afectadas. El balance es positivo, no solo por el importante volumen de convenios colectivos negociados, sino también porque esta negociación se ha desarrollado con un nivel de conflictividad bajo y con un ritmo fluido en la mayoría de las mesas de negociación.

    Dos instrumentos han servido de referente, creemos que de manera muy positiva, en la negociación colectiva de este año. Por un lado, a nivel nacional, el IV AENC firmado en 2018 por las organizaciones empresariales y sindicales estatales. Y por otro lado, a nivel regional, el Plan de Apoyo a la Negociación Colectiva 2018-2021, fruto de los Acuerdos para la Calidad en el Empleo firmados en julio de 2018 por el Gobierno de la Junta de Andalucía, las Centrales Sindicales UGT y CCOO y la CEA.

    Ambos Acuerdos constituyen herramientas que facilitan el proceso negociador de los convenios colectivos, y con su vigencia plena en este año 2019 han contribuido a facilitar la consecución de acuerdos colectivos orientados a generar mayor competitividad para las empresas y la creación de empleo.

    En líneas generales, como se recoge en el Informe Sociolaboral, se registraron en Andalucía en 2019 un total de 797 convenios colectivos con vigencia expresa, con un ámbito de afectación de 1.208.178 trabajadores y 260.238 empresas, situándose el incremento salarial medio de los convenios negociados, en el 1,95%, dentro de los parámetros orientativos del IV AENC (previsto en torno al 2%). La estructura de la negociación colectiva en Andalucía sigue marcando al convenio sectorial como la principal unidad de negociación en cuanto que engloba al 93% de los trabajadores incluidos en su ámbito de afectación.

    La conflictividad laboral que se encauza a través del sistema extrajudicial de resolución de conflictos laborales, (SERCLA) arroja también resultados satisfactorios, habiéndose alcanzado casi un 40% de acuerdos en los conflictos colectivos, que sube hasta el 60% cuando se trata de conflictos de huelga, y un 25% en los conflictos individuales. En ambos casos, cualquier comparativa con las actuaciones de conciliación y mediación en las instancias administrativas del CMAC, es absolutamente desveladora de la eficacia y efectividad de estos sistemas de solución de conflictos creados y constituidos por las organizaciones empresariales y sindicales más representativas en el ámbito del diálogo social.

    MERCADO LABORAL

    La mayoría de los indicadores sociolaborales a lo largo del año han ido poniendo de manifiesto que el mercado de trabajo presenta signos claros de desaceleración, puesto que si bien todos los parámetros son mejores que el pasado año, con mayor número de ocupados, afiliados a la Seguridad Social y menos desempleados, hemos asistido a los menores incrementos en empleo y menores descensos en paro de los últimos años. El contexto internacional de desaceleración económica, los avatares en el desarrollo de determinados conflictos comerciales y políticos, así como las propias incertidumbres económicas y el clima de inestabilidad general en el ámbito nacional, han tenido una notoria influencia en nuestro mercado de trabajo.

    El incremento de los costes laborales, afectados por la subida de las cotizaciones empresariales y el SMI, y las incertidumbres sobre el futuro del marco jurídico laboral repercuten negativamente en las decisiones estratégicas para la creación de empleo.

    PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

    En el año 2019 se ha desarrollado el II Plan de la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2019/2020, aprobado por el Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales con más de 94 acciones a desarrollar de manera conjunta entre el Gobierno de la Junta de Andalucía, con la colaboración y participación de los agentes sociales y económicos, destacando entre ellas, aquellas acciones de dan continuidad a las líneas de incentivos a Pymes y Autónomos orientadas a mejorar sus estructuras preventivas, así como, las incardinadas en el Plan Estratégico de Subvenciones del IAPRL, para el desarrollo de proyectos de formación en liderazgo preventivo a representantes empresariales.

    Asimismo se han llevado a cabo desde el Gabinete de Prevención de Riesgos Laborales de CEA, con la financiación de la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales, sendos proyectos para la divulgación e impulso de la cultura de la prevención de riesgos laborales en las empresas, como han sido el proyecto ComPáRteLo y el proyecto LA CULTURA PREVENTIVA TE LLEVA AL ÉXITO, con los que se pretende expandir las experiencias positivas de las empresas y el compromiso de profesionales que destacan en otras actividades más diversas.

    En el análisis de otros indicadores concernientes a la prevención de riesgos, las estadísticas sobre siniestralidad laboral muestran un ligero incremento con respecto a 2018, en casi un 7%, en cómputo general, aunque sí se produce un descenso del 2% en los accidentes mortales; si bien, hay que tener en cuenta que en el sistema de cómputo se incluyen ahora también a la población laboral de autónomos con las contingencias de accidentes de trabajo cubiertas, por lo que lógicamente, el análisis comparativo puede no reflejar una evolución del todo correcta. No obstante, sí resulta significativo el índice de incidencia, que pone en relación el número de accidentados con la población trabajadora, que este año 2019 desciende en un 11% en cuanto a accidentes totales.

    Igualmente, en la lectura de estos datos no se puede pasar por alto la incidencia que tiene en el registro de accidentes con resultado de muerte los debidos a causas o patologías no traumáticas y los que se producen como consecuencia de los accidentes de tráfico, reflejando ambos supuestos casi un 60% del total de la mortalidad en el trabajo.

    Por todo ello, los datos reflejan que la evolución de la siniestralidad en Andalucía no implica que nos encontremos en un estado de alarma, pero sí nos obliga a seguir actuando en alerta permanente para propiciar políticas preventivas eficaces. La prevención de riesgos laborales es un valor estratégico para las empresas no solo para la propia competitividad y la imagen reputacional de las mismas, sino, indudablemente porque debe responder de manera inequívoca a preservar la seguridad y salud de las personas trabajadoras.

    Las actuaciones de este capítulo están alineadas con los siguientes ODS: